miércoles, 5 de marzo de 2014

4 AÑOS...


Todo comenzó hace muchos años. En el blog del soñador (centroterapiasheiwa.blogspot.com) viene un pequeño resumen de su historia. Hoy haremos aquí y ahora otro “mini” resumen.

Desde el primer momento de uso de razón, el soñador tuvo claro que este no era su mundo, quizás por eso siempre fue el “rarito” para muchos, el “líder” para algunos (también raritos”) y el amigo para casi todos.

Y es que desde pequeño nuestro soñador tuvo muchos amigos, personas que le confiaban sus secretos y personas que lloraban en su hombro. Tal vez veían algo en él, algo que les hacía confiar. Muchos dicen que es su mirada, en fin cada cual tendrá su opinión.

El caso es que este soñador no paraba de soñar. En los estudios estaba todo el día “en su mundo” (así le fueron). El entendía que el mundo era algo más que las matemáticas y la geografía. El sabía que había mucho más en el fondo de las cosas y que no había venido a este planeta para ser matemático ni abogado. El soñador quería algo más.

Quería llegar a los Corazones de las personas, a los Corazones de los animales. Estos últimos lo entendían perfectamente, por eso nuestro soñador siempre estuvo rodeado de animales. En su casa nunca faltaron perros, gatos, pollos, periquitos, canarios, jilgueros, tortugas...no hubo animal que no pasara por aquella casa. 

Al mismo tiempo por su casa, una pensión muy conocida por aquellos tiempos en Gijón, desfilaban muchas y diversas personas; deportistas de élite, actores y particulares. Ahí era donde el soñador estaba cómodo. El se sentía agusto rodeado de gente, observando, escuchando, compartiendo...APRENDIENDO.

Esa era su Escuela. La Escuela de la calle, del Ser Humano, del compañerismo, de la Amistad. Por la pensión de su Abuela, la Abuela Beny, también pasaban pobres a pedir ayuda. Era muy habitual abrir la puerta y ver una mano extendida pidiendo limosma. A este soñador nunca se le olvidará la frase de su abuela en esos momentos “dinero no tengo, pero de mi casa no se va nadie sin comer”. Por eso el soñador les daba un plato de comida bien caliente elaborada con las santas manos de su abuela. Esa misma frase y filosofía la mantuvo y la mantiene su anciana Madre. Estas son las cosas que marcan la infancia de un niño y que van formando a la persona.

En la casa del soñador nunca faltaron, para nadie, dos cosas: RESPETO Y CARIÑO. Por eso el niño fue creciendo con esos valores, unos valores y una formación de su Abuela y su Madre que lograron construir unos Pilares fuertes y resistentes.

Con esos pilares el soñador siguió caminando por la Vida. Su sueño era y es el de llegar a conseguir un mundo mejor para todos. Un mundo donde todos los Seres Vivos que habitan la Tierra tengan UNA VIDA DIGNA.

Un mundo donde todos sonrían por la calle, donde la gente se abrace sin importarle la raza del otro, ni su religión o idea política. Un mundo donde todos SEAMOS IGUALES Y DISTINTOS Y ÚNICOS A LA VEZ. Un mundo donde el policía ayude al indigente. Donde el político trabaje por la Paz mundial. Donde TODOS SINTAMOS LA UNIÓN. Donde no haya Barreras ni Fronteras. ¿Un mundo imposible? El soñador sabe que no. Nada es imPOSIBLE. Por eso él no dice que cree en un mundo mejor, el sabe que es posible un mundo mejor. No es cuestión de Fe, es cuestión de Conocimiento. Lo sabe, porque lo vive a diario. El vive en ese mundo. El Crea ese mundo. El vibra con personas que viven y construyen ese mundo cada día.

Ese niño que soñaba, que sigue soñando y seguirá haciéndolo hasta el fin de sus días, un buen día se cruzó con una palabra mágica. Un compañero de trabajo, venido desde Argentina obró el encuentro del soñador con algo muy grande y especial. Algo que cambiaría radicalmente la vida del soñador. Su compañero mencionó la palabra REIKI.

Desde el momento en que el soñador se formó en Reiki las cosas comenzaron a tomar nuevas direcciones. Pero el cambio definitivo, el momento en que todo el Universo se abrió ante él mostrándole todo el trabajo que tenía por delante y todo el “poder” que tendría para llevarlo a cabo, fué el día de su Maestría en Reiki. Ahí el soñador lo vio claro. Todo en lo que había creído desde pequeño, todos sus sueños, todas sus fantasías...TODO ERA POSIBLE. Ya nunca más existiría la palabra NO. El soñador tenía el Timón de su Vida. Su destino estaba claro.

Desde ese momento el soñador se lanzó a la aventura y su Centro de trabajo, aquél que comenzó en un baño de discapacitados de 3 metros con una camilla, al fondo de un gimnasio, comenzó a Crecer pasando a un pequeño Centro donde pudo formar sus primeros 18 Reikistas. Pero su sueño no se quedó ahí y por eso hoy en día su sueño dispone de unos 150 metros, pero no contento con ello, su otro sueño se hizo realidad y tras enviar una carta con sus inquietudes a unas cuantas personas cercanas, el soñador, junto con algunas de esas personas, comenzó a crear una Organización Solidaria. Así nació Corazón Solidario. Una organización fundada desde el Amor (desde el Reiki) y con un claro objetivo, trabajar por la Dignidad de los Seres vivos. 

Hoy 5 de marzo, el Centro Heiwa cumple 4 años y Corazón Solidario, en breve, cumplirá 3. Los dos sueños del “niño rarito” han dado su fruto. Pero no son sólo estos dos sueños. Estos son la base, la semilla de donde salen todos los demás sueños. El árbol de donde brotan todas las ramas, ramas fuertes porque fuertes son sus raices. Unas raíces que partieron de una buena semilla, la sembrada, cuidada y mimada por la Abuela y la Madre del soñador.

Esa semilla dió su fruto, ese fruto dió su árbol y ese árbol da sus ramas y sus hojas y flores. Las hojas y las flores SOIS TODOS VOSOTROS. Aquellos que habéis estado y estáis a su lado. No solo a los que estáis ahora, sino a todos los que durante estos...48 años habéis pasado por su Vida. Todos habéis aportado algo. Entre todos hemos conseguido que el soñador cumpliera sus sueños. Él solo no lo hubiera conseguido, el no es Superman, aunque a veces lo pretenda. El es un simple mortal, alguien que está aquí solo de paso y que algún día volverá (como todos) a su casa. 

Cuando llegue ese día el soñador le gustaría irse sabiendo que su viaje ha merecido la pena. Que intentó hacer el bien, sin importarle a quién. Que intentó hacer feliz a quien estuvo a su lado (no siempre lo consiguió, PERDÓN de verdad). Que intentó ser Amigo, Pareja, Compañero, Alumno, Maestro, Esposo, Padre, Hijo, Nieto, Hermano, Primo, Sobrino...pero sobre todo que intentó ser EL MISMO. Que intentó defender su Valores y sus Principios y que fue muy, muy Feliz. 

GRACIAS DE CORAZÓN a todos. A los que le habéis querido, a los que le habéis odiado, a los que habéis estado a su lado en los malos momentos, a los que os habéis ido justo en esos momentos, a los que estáis, a los que estuvisteis y a los que estaréis, a los Alumnos, a los colaboradores y a los Pacientes...A TODOS. 

Y sobre todo GRACIAS ABUELA, GRACIAS MADRE, GRACIAS JESÚS, GRACIAS DIOS, por DARLE TANTO a este soñador. Os prometemos SEGUIR SOÑANDO.

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