Es curioso y a la vez maravilloso comprobar como un Ser “diminuto”
puede hacerte sacar, en pocas horas, todo el Amor que llevas dentro. Esto es lo
que me ocurrió estos días, gracias a Chiki.
Chiki, era una cachorrito de mastín, hijo de Dora, una
paciente de Reiki y hermano de 11 cachorritos más. Cuando fuimos a visitar a
Dora, días después de su parto, comprobamos como había un cachorrito que estaba
muy debilitado y cuyo tamaño no se correspondía con el resto de sus hermanos.
En la Naturaleza, como en la Vida misma, si no te espabilas
te quedas atrás y esto era lo que le estaba pasando a Chiki.
Como aun había Vida en su pequeño cuerpecito decidimos
llevárnoslo a casa para comenzar un tratamiento de Reiki y darle biberón, pero
las fuerzas de Chiki eran mínimas.
Las primeras horas de Chiki fueron de notable mejoría, sin
embargo le seguía costando tomarse su biberón. Pusimos todo nuestro Amor y empeño en que Chiki saliera
adelante y se reuniera con su familia, pero tras dos noches durmiendo en
nuestra cama, la Naturaleza hizo su trabajo y Chiki tuvo que seguir su camino…
A las 10 de la mañana y tras una hora intentando reanimarle
Chiki dio su último suspiro en mis manos. Nunca olvidaré ese momento…
Hacía tiempo que no sentía lo que sentí en ese instante. Por
primera vez en mi vida pude comprobar cómo se iba apagando la Vida en el
interior de un cuerpecito y como su Alma abandonaba su cuerpo prestado por unos
días, para seguir con su misión.
Cuando alguien que has querido se va, debes dejarle partir y
solo debes quedarte con los buenos recuerdos y darle las gracias por haberte
elegido como compañero de su viaje.
Chiki me enseñó mucho en esas pocas horas, por eso solo
puedo darle las GRACIAS.
Gracias Chiki, porque me has hecho el hombre más feliz del
mundo durante unas horas.
Gracias Chiki, porque has sacado lo mejor que llevo dentro.
Gracias Chiki, porque has hecho que vuelva a llorar por
Amor.
Gracias Chiki, por ser mi Ángel durante unas horas y mi Guía
para toda la Vida.
Gracias Chiki, por elegirme como tu amigo.
Nos volveremos a encontrar en el camino, de eso no tengo
ninguna duda.
Mientras tanto, que seas muy feliz y hagas muy felices a
quienes estén contigo, tanto como me lo has hecho a mí. Un besote de tu “padre”
adoptivo.
Gracias, como no, a las dos mujeres que han hecho posible
este encuentro entre Chiki y yo: Gracias Inma y Arantxa y Gracias Encarni por ayudarme desde la distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario